La leche cruda, sin pasteurizar ni homogeneizar, conserva todas sus propiedades naturales, lo que ha impulsado su popularidad debido a su sabor intenso y la creciente preocupación por los alimentos procesados. Rica en proteínas, calcio y otros nutrientes esenciales, la leche cruda es la materia prima perfecta para la elaboración de queso, uno de sus productos derivados más populares.
El queso hecho con leche cruda presenta un sabor más pronunciado y una textura más rica que el queso convencional. Además, se considera que conserva mejor sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos productos conllevan un mayor riesgo de contaminación bacteriana, por lo que es esencial garantizar su producción y consumo de manera segura.
A pesar de estos riesgos, tanto la leche como el queso elaborado con ella pueden aportar numerosos beneficios para la salud. Son alimentos deliciosos y nutritivos que pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre y cuando se sigan las medidas adecuadas de higiene y seguridad alimentaria. En resumen, la leche y el queso son opciones valiosas para aquellos que buscan disfrutar de productos lácteos auténticos y llenos de sabor, pero es fundamental mantener un enfoque consciente hacia su producción y consumo.
Elaboramos productos tradicionales en la manera y forma que viene realizándose hace mucho tiempo, con recetas y procedimientos seculares
